lunes, 15 de abril de 2013

Tributo a mi Amigo y Compañero Humberto García

Tributo a mi Amigo y Compañero Humberto García.

Ayer sábado 13 de abril del 2013 partió a la presencia del Señor mi amigo y compañero de milicia Humberto García.

Desde lo personal, Humberto fue un gran amigo y una de las personas mas leales, honestas y generosas que he tenido a mi lado como pastor. Por eso permítanme expresar mi tributo a la vida y a la persona de Humberto como un compañero de ministerio, como un héroe de la fe, como uno que, al igual que los que se mencionan en Hebreos 11, supo mirar lo que no se podía ver, supo tener certeza de lo que se esperaba y convicción de lo que no se veía.

Hace mas de una década el Señor Jesús nos unió en el ministerio. Juntos visionamos, planeamos y servimos al Señor en Compañerismo Cristiano de Downey. Durante los últimos 5 años padeciste una enfermedad que te confinó a una cama, donde no podías moverte ni comunicarte, y donde no podías ver como Dios ha estado cumpliendo todo lo que él nos había hablado y todo lo que por fe habíamos creído y visionado.

Pero ayer, querido Humberto, dejaste ese cuarto del hospital y llegaste al paraíso, a la presencia del Señor. Y estoy seguro, que desde allí, junto a Abel, Abraham y Sara, Moisés, David y tantos otros hombres y mujeres de fe, encontraste tu lugar, para ser parte de esa ‘nube de testigos’, que quizás en la tierra no pudieron ver todo lo que visionaron, y no pudieron ver cumplidas todas las promesas que recibieron. Ya eres parte de esa comunidad de testigos que están celebrando lo que Dios está haciendo cada día a través de la iglesia, y como las almas se están salvando, las iglesias se están abriendo y la visión se está cumpliendo.

“Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 11:39 – 12:2

Hoy nuestra responsabilidad, la de los que quedamos, es despojarnos de todo peso que nos limita para cumplir el llamado y correr con paciencia la carrera que todavía tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús. Y así será. Estoy seguro. Cindy, tus hijos y tus nietos, y todos los que fuimos tus compañeros, así lo haremos.

Me duele que te fuiste. Muchas veces les pedí al Señor que te levante de esa cama. Pero Dios ya tenía su momento y su hora para recibirte en el cielo. Pero al mismo tiempo me alegra que ya estás con el Señor, disfrutando de su presencia, descanso de tus dolencias, y por supuesto, celebrando y viendo que nada de lo que sembraste fue en vano.

¡Hasta pronto!

Tu compañero y amigo,

Pastor Daniel Prieto