viernes, 7 de febrero de 2014

Haciendo sin dejar de SER

Publicado en Foursquare Leader • Agosto 23, 2013 • English version

Apocalipsis 2 y 3

yo conozco tus obras”, esta es la expresión con la que el Señor Jesús comienza cada carta que le escribe a cada ‘ángel’ de cada una de las iglesias en Apocalipsis capítulos 2 y 3. Si el Señor hoy escribiera una carta a los pastores y a las iglesias locales empezaría con las mismas palabras, él diría: - “yo conozco tus obras”. Esto significa que “nuestras obras” son importantes para el Dios de la iglesia, porque son “nuestras obras” las que manifiestan nuestro carácter y nuestro compromiso como ministros y como iglesia, y son “nuestras obras” las que completarán la gran comisión de predicar el Evangelio haciendo discípulos en todas las naciones.

Cómo pastor sirvo todos los días bajo la impresión de que Dios está prestando atención a lo que hago, y por consiguiente, yo mismo, vivo y sirvo prestando atención a lo que hago, conociendo lo que él quiere y espera de mi y de mi trabajo, buscando que mis obras sean celebradas y aprobadas por él.

En estos tiempo nos dedicamos a prestar atención a aquellos entre nosotros que tienen éxito en sus ministerios, y queremos que nos digan que hacen para tener los resultados que tienen. Y no está mal. Pero es muy importante que lo que escuchamos y se nos sugiere para la tarea sea puesto en balanza, pesándolo con lo que el Señor Jesús dice.

Empecemos por reconocer que el Señor Jesús celebra que SUS ministros y SU iglesia hagan la tarea con paciencia, con resistencia, con sufrimiento, con esfuerzo, con fidelidad, con amor, con fe, con un espíritu de servicio, aumentando la cantidad de obras que hacen, aún en medio de las tribulaciones, con pobreza material y con poca fuerza, aborreciendo las obras que Dios aborrece, en el lugar mas difícil para servir a Dios como lo puede llegar a ser donde está el mismo trono de Satanás.
Pero también es importante entender que el Señor Jesucristo nos advierte que en medio ‘del hacer’ no debemos perder ‘el ser’, es decir, nuestra verdadera identidad en Dios. Al hacer la tarea de la Gran Comisión debemos siempre manifestar:
  1. El fruto del Espíritu santo, es decir el amor de Dios en nosotros. En el camino de llevar el evangelio hasta lo último de la tierra debemos mantener nuestro primer amor.
  2. El carácter del Espíritu Santo, es decir la santidad de Dios en nosotros. En nuestra tarea de hacer discípulos no debemos ser permisivos con aquellas doctrinas que cultivan un estilo de vida que desagrada a Dios y que va en contra de la vida de santidad. Las tres doctrinas que siguen ensuciando la vida y las obras de la iglesia, aún después de dos mil años, son la doctrina de Ballam, la de los nicolaítas y la de Jezabel.
  3. La vida del Espíritu Santo, es decir la plenitud de Dios en nosotros. Como portadores de la vida abundante y eterna de Dios para el ser humano no debemos ser atrapados por la hipocrecía del nominalismo, proyectando una imagen de vida cuando en realidad estamos muertos.
  4. La pasión del Espíritu Santo, es decir la entrega de Dios en nosotros. Siendo ministros de reconciliación y predicando el mensaje de la pasión de Jesucristo reconciliando el mundo con Dios, no debemos caer en la tibieza de nuestro compromiso con Dios y con su obra, engañados por la aparente estabilidad y comodidad que las riquezas materiales nos pueden proporcionar.


¿Nuestras obras como ministros de Jesucristo, y las obras de la iglesia que pastoreamos, manifiestan el fruto, el carácter, la vida y la pasión del Espíritu Santo que está en y con nosotros? Es mi oración que seamos saturados de la presencia del Espíritu Santo, y que nuestras obras siempre agraden a Dios y cumplan la gran comisión.

sábado, 1 de febrero de 2014

Líderes de los que no nos siguen


Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, pero se lo prohibimos, porque no es de los nuestros (porque no pertenece a nuestro grupo –NTV ; porque no nos sigue – RV60).» Pero Jesús les dijo: «No se lo prohíban, porque nadie puede hacer un milagro en mi nombre, y luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros, está a favor de nosotros. Marcos 9:38-40 - RVC
¡Yo solo no puedo soportar a todo este pueblo! ¡Me es una carga demasiado pesada! El Señor le dijo a Moisés: «Junta a setenta ancianos de Israel, de los que tú sepas que son ancianos y jefes del pueblo, y llévalos hasta la entrada del tabernáculo de reunión. Diles que esperen allí contigo. Yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos, y ellos sobrellevarán contigo la carga del pueblo. Ya no la llevarás tú solo … Moisés salió de allí y repitió ante el pueblo las palabras del Señor; luego reunió a los setenta ancianos del pueblo, y los hizo esperar alrededor del tabernáculo. Entonces el Señor descendió en la nube, y habló con él. Tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta ancianos; y cuando el espíritu se posó en ellos, comenzaron a profetizar, y no dejaban de hacerlo. En el campamento se habían quedado Eldad y Medad, dos varones sobre los cuales también se posó el espíritu. Aunque estaban entre los escogidos, no se habían presentado en el tabernáculo; sin embargo, comenzaron a profetizar en el campamento. Entonces un joven fue corriendo a decirle a Moisés: «¡Eldad y Medad están profetizando en el campamento!» Josué hijo de Nun, que era ayudante cercano de Moisés, le dijo: «Moisés, mi señor, ¡no se lo permitas!» Pero Moisés le respondió: «¿Acaso tienes celos por mí? ¡Cómo quisiera yo que todo el pueblo del Señor fuera profeta! ¡Cómo quisiera yo que el Señor pusiera su espíritu sobre ellos!» Y enseguida Moisés volvió al campamento, en compañía de los ancianos de Israel. Números 11:14-30 - RVC
            ¿Qué hacemos en el ministerio con los que no nos siguen? ¿Qué hacemos en el ministerio con los que no están presentes en las reuniones de liderazgo donde se suponen que deben estar? PERO al mismo tiempo Dios los usa porque el mismo espíritu, la misma unción que Dios ha puesto sobre el pastor, el líder del pueblo, reposa sobre ellos. ¿Qué hacemos con esa gente?
            La tendencia es prohibirles que ministren en los dones del Espíritu. La primera reacción es impedirles que hablen al pueblo lo que Dios quiere decirle al pueblo. Me permito decirlo de esta manera: esa es la respuesta de los líderes novatos, naturales y carnales, pero no debería ser la respuesta de los líderes maduros y espirituales.
            Jesús y Moisés tenían otra óptica del asunto.
            Para Jesús, el que hace milagros en su Nombre, habla bien de él. Para Jesús, si no estaba opuesto a él, estaba a favor de él, aunque no perteneciera al grupo de sus discípulos.
            Para Moisés, el hecho que no estuvieran donde él les dijo que tenían que estar, no significó que Dios los descartó de entre los escogidos. Para Moisés, no había razón para estar celoso de que Dios usara a otros entre el pueblo. Para Moisés, ojalá todo el pueblo de Dios profetizara y ojalá Dios pusiera de su espíritu sobre todo el pueblo.
            ¿Qué tan rápido prohibimos e impedimos a aquellos que Dios está usando pero que no están alineados con nosotros y con nuestro grupo? ¿Solo podemos ser catalizadores y habilitar a los que pertenecen a nuestro grupo, a los que hacen lo que nosotros queremos que hagan? ¿Tenemos la capacidad de habilitar, o al menos no estorbar prohibiendo, condenando o impidiendo a aquellos que Dios está usando mas allá de nuestro circulo de influencia como líderes?
            Aquí hay algo que aprender, y me parece que es urgente: No somos líderes de empresas seculares, somos líderes de la iglesia de Jesucristo. No somos líderes de una sociedad secularizada, somos líderes del Reino de Dios. Esta verdad cambia todas las reglas del juego.
            Es fácil liderar a los que nos siguen, pero ¿acaso es posible liderar a los que no nos siguen? ¿Es posible habilitar desde mi liderazgo a los que no pertenecen a mi grupo? Yo estoy convencido que la respuesta es SI, si es posible.
En estas dos historias bíblicas encuentro en las personas y en las respuestas de Jesús y Moisés 7 principios que nos posicionan como líderes del Reino de Dios para liberar, y no estorbar, a los que Dios está usando en su Reino aunque no estén conmigo y no me sigan a mí como líder. Son 7 principios que me posicionan para habilitar y bendecir a los que no me siguen.
1.     En el liderazgo del Reino yo no soy el centro, ni mi nombre es el que está en juego. Jesús es el centro del liderazgo del Reino y es su Nombre el que está en juego. No se trata de mi, se trata de Jesús.
2.     En el liderazgo del Reino, el trato y los arreglos que Dios tiene con aquellos que no me siguen o no siguen mi liderazgo, es asunto de Dios con ellos. Si Dios los usa para la gloria de su Nombre, el bien del pueblo y la extensión del Reino, eso es lo único que me interesa.
3.     En el liderazgo del Reino no hay competencia sino complemento. El que no lo hagan conmigo o a mi manera, no quiere decir que esté mal, o que estén en contra de mí, o que Dios no esté en el asunto. No los voy a despreciar, voy a celebrar como complementan mi liderazgo en el Reino de Dios.
4.     En el liderazgo del Reino, Dios trasciende mi grupo, mi equipo, mi iglesia y mi liderazgo y hace que el ministerio del Reino sea mucho mas que lo que yo puedo ver y manejar como pastor y como líder. No me voy a molestar por esto, o sentir inferior, sino muy por el contrario, me siento privilegiado de ser parte de algo que es mucho mas grande que mi persona y mis capacidades.
5.     En el liderazgo del Reino no se trata de ser el único que Dios usa en el Reino, y de tener la exclusividad de la unción que Dios me ha dado para pastorear y liderar en el Reino. Se trata de que ese espíritu, es decir, esa unción que he recibido para pastorear y liderar repose sobre los líderes que Dios ya tiene en su pueblo, para que ellos pastoreen y lideren al pueblo mas allá de mis límites como líder.
6.     En el liderazgo del Reino no se trata de que yo me quede para siempre siendo usado por Dios poderosamente. Se trata de que otros se queden haciendo las obras poderosas que hoy Dios está haciendo a través de mi, y que ellos aún hagan cosas mayores que las que Dios hizo a través de mi liderazgo. ¡Yo quiero que los que estoy formando hagan cosas mayores que yo!
7.     En el liderazgo del Reino, el cumplimiento de la misión es el objetivo primario, incluso antes que el orden litúrgico, institucional u organizacional. Dios es un Dios de orden pero el orden de Dios no necesariamente es igual que lo que yo entiendo por orden. El orden para mi es cuando todo ocurre dentro de lo que yo planeo y puedo manejar y controlar. Muchas veces el orden de Dios me va a parecer desorden, porque es Dios yendo mas allá de mi persona, de mis límites y de mi liderazgo. ¡Yo quiero ese desorden!
Por favor, recordemos: No somos líderes de empresas seculares, somos líderes de la iglesia de Jesucristo. No somos líderes de una sociedad secularizada, somos líderes del Reino de Dios. Esta verdad cambia todas las reglas del juego. Hay algo mas grande que nuestros ministerios y llamados personales, es el Reino de Dios. Por esta razón, permitamos que nuestros liderazgos y ministerios en el Reino acerquen y establezcan el Reino de Dios a nuestras comunidades, en lugar de que simplemente estén levantando mas “ministerios cristianos” entre los evangélicos.
Termino orando al Padre Celestial que nos ayude a ser líderes del Reino de los Cielos y rogándole que venga SU Reino, que se haga SU voluntad, así como en el cielo, aquí también en la tierra y entre nosotros. En el Nombre de Jesús. Amén.

El día en que somos una amenaza para el reino de las tinieblas

Compartido el 12 de enero del 2014 en la reunión anual del Concilio Nacional Hispano de la Iglesia Cuadrangular en Estados Unidos.
  
En el 2007 cuando plantamos la iglesia en San Antonio, me reunía cada semana en un café a conversar con un abogado, un empresario y un piloto de la fuerza aérea de los Estados Unidos
Un día le comenté al piloto sobre la presencia del barco de la marina rusa que tenía un cabezal atómico, y que estaba anclado en las costas venezolanas. Le pregunté sobre qué pensaba el ejercito de esto. Entonces el me contó lo siguiente.
Cada vez que una situación como esta ocurre, en las fuerzas armadas de este país se comienza un proceso de recopilación de opiniones que llamamos ‘implicaciones’. Desde el soldado raso a su capitán, del capitán al sargento, del sargento al coronel, hasta llegar al comando mayor, en todo el país se reciben 5 minutos de comentarios sobre que implicaciones tiene para los habitantes de Estados Unidos la presencia de un barco de la marina rusa con un cabezal atómico anclado en las costas venezolanas.
Si la conclusión final es que eso implica un peligro latente para los habitantes de esta nación, entonces activamos una acción militar. Y agregó: muy rara vez iniciamos una acción militar por información concreta, la mayoría de los casos es por las implicaciones.
Le pregunte a este piloto: ¿Qué es lo primero que haría el ejercito si resolvieran que ese barco es un peligro para la población norteamericana? ¿Atacarían al barco? El me respondió que no. Me dijo que lo primero que harían sería rodear al barco y buscar incomunicarlo con su central de operaciones, de tal manera que el barco solo dependa de lo que sus tripulantes puedan ver. Al perder comunicación con la base central de operaciones, pierden visión completa de la realidad y de lo que está pasando mas allá de su alcance visual. Así que logrando eso el barco pierde su capacidad de operar con una visión completa, su visión solo es parcial, pierde su capacidad de defenderse inteligentemente de un posible ataque nuestro, y por supuesto, también pierde la capacidad de generar peligro para la población de Estados Unidos.
Yo me pregunto, cuantas veces pasa lo mismo en lo espiritual. Me imagino que durante todo este año el reino de las tinieblas ha estado alborotado al ver como en la iglesia Cuadrangular nos hemos reunido para re imaginar en Dios como nos vamos a posicionar para cumplir con la gran comisión habilitando a nuestras iglesias locales para cumplir con la gran comisión.
Puedo ver a los espíritus inmundos llegando a sus principados y diciéndoles: Estos Cuadrangulares todavía no han hecho nada, pero si siguen adelante con lo que están conversando entonces nos van a causar muchos problemas, porque las iglesias que tenemos dormidas se van a despertar, las personas en sus comunidades van a comenzar a salvarse, los enfermos van ser sanados, los oprimidos serán liberados y los quebrantados de corazón va a ser restaurados. Los principados toman esta información y se la llevan a las potestades territoriales diciéndoles: no nos gusta nada lo que estamos escuchando, si esto sigue así, acá se va a desatar un avivamiento que va a traer vida donde hemos establecido la muerte.
Desde todos los rincones de la tierra se dan cita las Potestades alrededor del mismo trono de Satanás, diciendo: todo indica que los Cuadrangulares ya se están despertando de su letargo y son un terrible peligro para el reino de las tinieblas porque si logran poner en marcha lo que por el Espíritu Santo han re imaginado, entonces vamos a perder miles de almas y seremos expulsados de los lugares de influencia de la nación, quedando imposibilitados de seguir generando muerte y condenación para Estados Unidos y sus habitantes. Así que Satanás, sentado en su trono y escuchando lo que la re imaginación en la iglesia Cuadrangular puede implicar en contra del reino de la tinieblas, da la orden de iniciar una acción demoniaca contra la iglesia Cuadrangular de esta nación.
Cada vez que la iglesia se trasforma en un peligro latente para ellos, las tinieblas activan una acción militar demoniaca contra la iglesia, aún antes de que la iglesia empiece a hacer lo que Dios le esta guiando hacer. Pero es importante notar que no atacan con violencia en el principio, sino que su estrategia inicial es rodear la iglesia, iniciando todo tipo de maquinaciones que corten la comunicación de la iglesia y su liderazgo con el trono de Dios, que es de donde proviene la visión completa de la iglesia. El enemigo va a procurar interrumpir nuestra comunicación con el trono de Dios. Va a procurar que nuestras conversaciones y decisiones no estén en sintonía con lo que Dios está diciendo, queriendo  limitarnos a decidir y hacer según lo que ven nuestros ojos naturales, es decir, lo que solo puede generar nuestra inteligencia, conocimiento  y habilidad humana.
Como Iglesia Cuadrangular queremos ser lo que Dios nos llamó a ser, queremos hacer lo que Dios nos está diciendo que debemos hacer. Por eso lo mas importante en este tiempo de re imaginación y renovación para la misión, es entregarnos al ayuno y a la oración como nunca antes, y permanecer muy bien conectados con el trono de Dios. Esto es lo que hará de nosotros una iglesia con la capacidad de arremeter contra las puertas del Hades en esta nación, y las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia. Esto es lo que hará de la iglesia Cuadrangular una iglesia protagonista de la Gran Comisión multiplicando discípulos, líderes, iglesias y movimientos, que llenen está nación con el Evangelio de Jesucristo, haciendo discípulos y trayendo vida y vida en abundancia a su población.
Simón Pedro respondió: «¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!» Entonces Jesús le dijo: «Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no podrán vencerla. Mateo 16:16-18 - RVC