domingo, 21 de octubre de 2012

How to live and serve in ministry 'according' the prophecies that were said about me?


Doing what is under the prophetic –I should consider the prophecies that were said about me when I'm getting ministerial assignments. The question - what is ministerial commissioning to me, is according with the prophetic of my call?

Fighting the good fight –I should lean on the prophecies that were said about me, using those words as weapons in order to fight well, while I fulfill it. The question - the ministerial battle I'm facing, is based on the prophetic fulfill of my call or the motivations are not related to the prophetic of my call?

Keeping the faith –I should hang on to my faith in Christ, keep my faith and trust in God, taking care not to insult God for not shipwrecked. The question: my words under ministerial pressure, are confessing faith in God and in the prophetic of my call (what God said of my ministry) or I am insulting the character of God by confessing distrust in the prophetic of my call?

Maintaining a good conscience - I should keep my conscience clear, so I cannot be accused of anything bad. The question: my ministerial behavior, is supported by a good conscience so that I can not be accuse of doing anything wrong while I am doing the prophetic, I am fighting for the prophetic and I am trusting the prophetic of my call to ministry?

1 Timothy 1:18-20

New International Version
18 Timothy, my son, I am giving you this command in keeping with the prophecies once made about you, so that by recalling them you may fight the battle well, 19 holding on to faith and a good conscience, which some have rejected and so have suffered shipwreck with regard to the faith. 20 Among them are Hymenaeus and Alexander, whom I have handed over to Satan to be taught not to blaspheme.

New Living Translation
18 Timothy, my son, here are my instructions for you, based on the prophetic words spoken about you earlier. May they help you fight well in the Lord’s battles. 19 Cling to your faith in Christ, and keep your conscience clear. For some people have deliberately violated their consciences; as a result, their faith has been shipwrecked. 20 Hymenaeus and Alexander are two examples. I threw them out and handed them over to Satan so they might learn not to blaspheme God.

Good News Translation
18 Timothy, my child, I entrust to you this command, which is in accordance with the words of prophecy spoken in the past about you. Use those words as weapons in order to fight well, 19 and keep your faith and a clear conscience. Some people have not listened to their conscience and have made a ruin of their faith. 20 Among them are Hymenaeus and Alexander, whom I have punished by handing them over to the power of Satan; this will teach them to stop their blasphemy.

American Standard Version
18 This charge I commit unto thee, my child Timothy, according to the prophecies which led the way to thee, that by them thou mayest war the good warfare; 19 holding faith and a good conscience; which some having thrust from them made shipwreck concerning the faith: 20 of whom is Hymenaeus and Alexander; whom I delivered unto Satan, that they might be taught not to blaspheme.

¿Cómo vivo y sirvo en el ministerio ‘conforme’ a las profecías que se dijeron sobre mi?


Haciendo lo que es conforme a lo profético – debo tener en cuenta las profecías que se dijeron acerca de mí cuando estoy recibiendo encargos ministeriales. La pregunta: - lo que me están comisionando ministerialmente, ¿está de acuerdo con lo profético de mi llamado?

Peleando la buena batalla - debo apoyarme en las profecías que se dijeron acerca de mí, usando esas palabras proféticas como un arma mientras las cumplo. La pregunta: - la batalla ministerial que estoy enfrentando, ¿está en función de cumplir lo profético de mi llamado o hay motivaciones ajenas a lo profético de mi llamado?

Guardando la fe – debo aferrarme a mi fe en Cristo, mantener mi fe y confiar en Dios, cuidándome de no insultar a Dios para no naufragar. La pregunta: mis palabras en medio de la presión ministerial, ¿están confesando confianza en Dios y en lo profético de mi llamado (es decir en lo que Dios dijo de mi ministerio) o estoy insultando el carácter de Dios al confesar desconfianza en lo profético de mi llamado?

Manteniendo una buena conciencia – debo guardar mi conciencia limpia, de tal forma que no me puedan acusar de nada malo. La pregunta: mi comportamiento ministerial, ¿está respaldado por una buena conciencia de tal manera que no pueden acusarme de nada malo mientras hago lo profético, peleo por lo profético y confío en lo profético de mi llamado al ministerio?

1 Timoteo 1:18-19

Nueva Versión Internacional
18 Timoteo, hijo mío, te doy este encargo porque tengo en cuenta las profecías que antes se hicieron acerca de ti. Deseo que, apoyado en ellas, pelees la buena batalla 19 y mantengas la fe y una buena conciencia. Por no hacerle caso a su conciencia, algunos han naufragado en la fe.

Nueva Traducción Viviente
Timoteo, hijo mío, te doy estas instrucciones, basadas en las palabras proféticas que se dijeron tiempo atrás acerca de ti. Espero que te ayuden a pelear bien en las batallas del Señor. 19 Aférrate a tu fe en Cristo y mantén limpia tu conciencia. Pues algunas personas desobedecieron a propósito lo que les dictaba su conciencia y, como resultado, su fe naufragó.

Traducción del Lenguaje Actual
18 Timoteo, hijo mío, las cosas que te pido hacer están de acuerdo con las profecías que se dijeron acerca de ti. Si cumples con ellas, serás como un buen soldado que sabe pelear. 19-20 Serás un soldado que confía en Dios, y a quien no se le puede acusar de nada malo. Algunas personas, como Himeneo y Alejandro, dejaron de confiar en Dios. Por eso no les permití seguir en la iglesia, para que Satanás haga con ellos lo que quiera, y así aprendan a no insultar a Dios.

Biblia de la Américas
18 Esta comisión te confío, hijo Timoteo, conforme a las profecías que antes se hicieron en cuanto a ti, a fin de que por ellas pelees la buena batalla, 19 guardando la fe y una buena conciencia, que algunos han rechazado y naufragaron en lo que toca a la fe.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Avivamiento, Sanidad y Victoria para los siervos de Dios.


 V(erso)            Por tu nombre, Jehová, me vivificarás; por tu justicia sacarás mi alma de la angustia. Por tu misericordia disiparás a mis enemigos y destruirás a todos los adversarios de mi alma, porque yo soy tu siervo. Salmo 143:11,12 –RV95

I(mplicación)    Es interesante este canto-oración del Rey David. Como líder del pueblo de Dios, reconoce que necesita de Dios tres cosas: que lo vivifique, que saque su alma de la angustia, y que disipe a sus enemigos. Todo líder de Dios necesita estas tres cosas de parte de Dios: un avivamiento ("me vivificarás"), una sanidad ("sacarás mi alma de la angustia"), y una victoria ("disiparás a mis enemigos").

Es que en la vida cristiana y en el ministerio podemos enfrentar estas tres realidades: Primero, que con el correr del tiempo se pierda la pasión por Dios y por el llamado que recibimos, empezando a sentir una dimensión de muerte espiritual; Segundo, que en el servicio que realizamos nos lastimen aquellos que son parte de nuestra comunidad de creyentes y aquellos a los que servimos, empezando a sentir alguna dimensión de inestabilidad emocional; y Tercero, que al estar en las líneas del frente de la buena batalla de la fe nos ataquen los que no aceptan o no entienden nuestra nueva vida o nuestro ministerio y por consiguiente se auto-constituyen en nuestros enemigos, empezando a sentir algunas dimensiones de temor por las amenazas contra nuestra vida y ministerio.

Pero el Rey David, como todos los que lideramos sirviendo al Señor, sabemos que en Dios esta nuestro renuevo. En el Dios al que servimos esta nuestro avivamiento, nuestra sanidad y nuestra victoria.

Ahora, notemos como David reconoce esto en su vida y en su liderazgo. David dice: 'Por tu nombre, Jehová, me vivificarás; por tu justicia sacarás mi alma de la angustia. Por tu misericordia disiparás a mis enemigos y destruirás a todos los adversarios de mi alma, porque yo soy tu siervo.”

En estos versos los 'tu' son muy importantes así como también es importante señalar que lo que David dice no son peticiones sino afirmaciones. El avivamiento que Dios trae a mi espíritu no es por mi nombre, es por SU 'Nombre'. La sanidad que Dios trae a mi alma no es por mi justicia, es por SU ‘justicia', y la victoria que Dios me da no es por mi amor hacia él, sino por SU ‘misericordia y amor hacia mi', y todo eso es porque Dios es mi Señor y yo soy SU ‘siervo'. David daba por hecho que Dios lo iba a hacer, pero también entendía que Dios lo haría por SU Nombre, por SU Justicia y por SU Misericordia y Amor.

Si necesitas el avivamiento, la sanidad y la victoria que solo Dios puede traer a tu vida y ministerio deja de hablar como Señor y comienza hablar como siervo, deja de pedir solamente y comienza a confesar en fe lo que crees, deja de reclamar en base a tu nombre, tu justicia y tu amor por Dios y comienza a declarar que Dios, tu Dios, el Dios al que sirves, lo hará por SU Nombre, por Su Justicia y por Su Misericordia y Amor hacia ti.

D(ecisiones)     ¿Qué decisiones vas a tomar? ¿Qué acciones necesitas realizar?


A(doración)     ¿Qué oración necesitas hacer? ¿Qué áreas de tu persona, de tu vida y de tu ministerio necesitas rendir a Dios?

miércoles, 8 de agosto de 2012

no te apresures no serás avergonzado


por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure. Isaías 28:16 RV60

como está escrito:
 He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída;
 Y el que creyere en él, no será avergonzado. Romanos 9:33 RV60

Es interesante notar que Isaías habla de la piedra en sentido positivo, es decir es probada, angular, preciosa, de cimiento estable. Mientras que Pablo cuando cita el pasaje se refiere a la piedra en sentido negativo, es decir, piedra de tropiezo y roca de caída. Isaías habla de que todo el que cree en esa piedra no se apresure, es decir, quédate en ella y bajo ella porque es seguro. Mientras que Pablo en un contexto religioso agresivo a la piedra, que es Jesús, dice que es piedra es de tropiezo y caída, pero afirma que para los que creen en esa piedra, no serán avergonzados, es decir no tropezarán ni caerán.

La clave es creer. Por momentos la presencia y el señorío de Jesús en nuestras vidas puede verse, por nosotros mismos o por otros, como algo estable y en otros momentos como algo de tropiezo, que nos provoca muchas veces querer acelerar los tiempos de Dios y pensar que tal vez vamos a ser avergonzados o defraudados si esperamos. Lo que hace la diferencia no es como la percibes o la perciben otros en tu vida. Lo que hace la diferencia es creer. Si le has creído quédate en él y bajo él, es decir en y bajo Jesús y su palabra sobre tu vida. Ese es el único lugar seguro. Si has creído en él no te apresures porque no serás avergonzado.

domingo, 24 de junio de 2012

¿Cómo reaccionamos ante las malas noticias?


V (Verso) 13 Un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, 14 y vino un mensajero a Job y le dijo: —Estaban arando los bueyes y las asnas pacían cerca de ellos; 15 de pronto nos asaltaron los sabeos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Solamente escapé yo para darte la noticia. 16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro, que dijo: —Fuego de Dios cayó del cielo y quemó a ovejas y a pastores, y los consumió. Solamente escapé yo para darte la noticia. 17 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro, que dijo: —Tres escuadrones de caldeos arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Solamente escapé yo para darte la noticia. 18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro, que dijo: —Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito, 19 cuando un gran viento se levantó del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron. Solamente escapé yo para darte la noticia. 20 Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en tierra, adoró 21 y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó: ¡Bendito sea el nombre de Jehová!» 22 En todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno. Job 1:13-22
I (Implicación) Cuando las malas noticias llegan una detrás de la otra y no nos dan tiempo ni a reflexionar sobre lo que está pasando, ¿cómo reaccionamos? Job adoró diciendo: "Jehová dio y Jehová quitó: ¡Bendito sea el nombre de Jehová!". Hoy los cristianos bendicen a Dios por lo que Dios les da, muy pocos bendicen a Dios por lo que Dios les quita. ¿Estás listo hoy para bendecir a Dios en la buenas y en las malas noticias? ¿Estás listo hoy para adorar a Dios si te da o si te quita algo? Job además nunca "atribuyó a Dios despropósito alguno". Dios nunca tiene un despropósito en lo que permite en nuestras vidas. La palabra hebrea que usa la Escritura para "despropósito" es "tiflá" que significa ‘desatino’. Viene de una raíz hebrea que tiene la idea de ‘embarrar’. También tiene la idea de un acto de locura que no está conectado con nada, es simplemente un acontecimiento ‘suelto’, ‘aislado’. Dios siempre permite todas las cosas en nuestras vidas porque el tiene un propósito. "Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." Romanos 8:28. Ese propósito de Dios es muchos mas grande que el propósito personal de vida tuyo o mío. Hay un cuadro mucho mas grande que tu o yo y que tus o mis logros personales en todo lo que nos pasa. Ese cuadro mas grande es ‘el’ propósito de Dios. Dios nunca permite en la vida de aquellos que le amamos acontecimientos aislados que no están conectados con toda nuestra vida y con nuestra eternidad. Dios nunca tiene un desatino en todo lo que pasa en nuestras vidas. Dios no está en el negocio de embarrarnos la vida. Dios por su gracia da y quita para llevarnos a vivir ‘su’ propósito en nuestras vidas.¿Estas listo hoy para NO atribuir a Dios despropósito alguno en la buenas y en las malas noticias? ¿Estas listo hoy para NO atribuir a Dios despropósito alguno si hoy te da o si hoy te quita?
D (Decisión) ¿Qué decisiones necesitas tomar en tu vida y para tu futuro respondiendo a esta palabra? ¿Qué acciones son necesarias ahora mismo?

A (Adoración) ¿Dónde necesitas reconocer la soberanía de Dios en tu vida? ¿Qué necesitas rendir al Señor en tu vida? ¿Qué necesitas pedirle?

martes, 24 de abril de 2012

Seguidores Herederos

18 Un dignatario le preguntó, diciendo: —Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le dijo: —¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. 20 Los mandamientos sabes: “No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.” 21 Él dijo: —Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22 Al oír esto, Jesús le dijo: —Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste porque era muy rico. Lucas 18:18-23 Hay una diferencia entre vivir los valores de un líder y heredar lo de ese líder. Un líder puede ser un maestro bueno, asi que la gente esta dispuesta a vivir sus valores, sus principios. Ahora cuando hablamos de heredar lo que ese líder tiene, entonces implica mas que conocimiento que se practica, implica desprenderse de lo de uno para tener acceso a lo de El, implica dejar la rutina de uno para seguir la rutina de El. Hay seguidores que quieren los tesoros del líder pero no quieren renunciar a sus tesoros personales. Principio de Liderazgo de Vida: Para ser un seguidor heredero se necesita mucho mas que conocimiento practicado, implica seguimiento sacrificial. Cuando estoy dispuesto a renunciar a lo mio tengo acceso a lo de El.

viernes, 24 de febrero de 2012

Pasemos al otro lado – Jesús está abordo

Pasaje - Marcos 4:35-41

35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. 36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. 37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? 39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? 41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen? Marcos 4

Reflexión

Este es el momento en el ministerio en que la multitud es cambiada por el “otro lado”. Es decir, ningún pastor en su sano juicio dejaría la multitud de su congregación para ir “al otro lado” desconocido donde hay nada y nadie aparentemente.

¿Qué puede haber "del otro lado” que no tenga aquí? ¿Para qué quiero dejar la multitud y el éxito que tengo aquí y arriesgarme a cruzar “al otro lado”?

Es que la multitud es la etapa cumplida, la tarea realizada, pero “el otro lado” representa el siguiente paso, la siguiente etapa del ministerio. Pero para llegar “al otro lado” hay que atravesar el mar de Galilea.

El problema es que al principio obedecer la orden no es complicado. ¿Qué puede tener de raro cruzar el mar una vez mas? – se deben haber preguntado los discípulos - Lo hemos hecho tantas veces, que ni brújula necesitamos. Conocemos la ruta de memoria. Así que vamos. Si Jesús lo dice, lo hacemos. Al fin y al cabo él es el maestro, El es el que manda aquí.

Lo que menos imaginaban era que una tormenta de tales magnitudes se desataría. Sabían de la posibilidad de tormentas, porque era común que el cielo cambiara sobre el mar de Galilea en cuestión de minutos y una tormenta apareciera. Pero … ¿una tormenta con esa fuerza?. Nunca lo hubieran imaginado. Quizás lo difícil de imaginar para estos experimentados marineros es que enfrentarían una tormenta que ellos no podrían controlar.

Ellos sabían como navegar en el mar atravesando tormentas. Podemos hacerlo – se dijeron entre ellos –en el momento que apareció la tormenta. Pero esta tormenta no era igual a otras. Parecía que tenía una fuerza inusitada, nunca antes vista. Hasta parecía que esta tormenta estaba decidida a impedir que ellos llegaran “al otro lado”.

Ellos, los discípulos, comenzaron a hacer uso y “desuso” de todo su conocimiento y de todas sus destrezas para navegar la embarcación en medio de la tormenta. Pero llego el momento en que ya no podían, la tormenta los superaba. La fuerza de la tormenta venció sus destrezas y habilidades al punto que todo indicaba que la barca se hundiría.

En medio de toda esta situación miran a popa y ven a Jesús durmiendo muy plácidamente. Al principio no importaba que Jesús estuviera durmiendo, al fin y al cabo ellos creían poder hacerlo. Pero en este momento de las circunstancias, no, ahora sí importa. Así que se miran unos a otros y sin decirse una sola palabra entre ellos, como si el mismo temor estuviera coordinando en ellos el mismo reclamo, le gritan a Jesús en medio de la tormenta: “Maestro ¿no tienes cuidado que perecemos?”.

Esta no es una oración a Dios, es un reclamo al líder del grupo, al maestro. Nunca pidieron que hiciera un milagro. No estaban clamando a su Dios para que detuviera la tormenta. Estaban reclamándole al líder que en lugar de estar peleando contra la tormenta junto a ellos solo se dedicaba a dormir. ¿Cómo vamos a llegar “al otro lado” si tu estás durmiendo mientras nosotros tratamos de mantener el barco a flote? – le deben haber reclamado - es tu idea la de ir “al otro lado” no la nuestra” – deben haber añadido a su reclamo.

Nunca imaginaron lo que estaba por ocurrir. Jesús se levanta con una calma pasmosa y en lugar de hablarles a ellos le habla al mar y al viento y les pide que se callen. ¿Qué se callen? – se dijeron los discípulos entre dientes. Si ‘que se callen’ – les replico Jesús que podía escuchar sus corazones – mientras les preguntó: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?.

Inmediatamente el viento y el mar le obedecieron, todo se transformó en bonanza y el camino quedó libre para llegar “al otro lado”. Pero ahora la pregunta entre ellos es: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?

Como que ¿Quién es este?. El es Jesús, Dios con nosotros. Es mas que el líder del grupo, es mas que el maestro, es Jesús el Hijo de Dios.

Lección

No hay multitud que sea tan atractiva como “el otro lado” cuando Jesús te lo pide. Súbete a la barca que te llevará “al otro lado” donde está lo nuevo de Dios para tu ministerio.

No hay tormenta que hunda la barca y que le impida llegar “al otro lado” cuando Jesús está abordo, aunque Jesús esté durmiendo, Si él dijo: “Vamos al otro lado” es porque vamos a llegar “al otro lado”. Esta es la FE que necesitamos.

No han razón para estar amedrentados, cuando Jesús cruza con nosotros. Es que nosotros los ministros del Señor podremos tener la habilidad y destreza de navegar en una tormenta, pero Jesús tiene la autoridad sobre los vientos y los mares que quieren hundirnos. Y si el está abordo, su autoridad es manifestada en y a través de nosotros.

Que los vientos hagan el ruido que quieran. Que el mar golpee nuestra barca con toda la fuerza de sus olas, si así lo decide. No hay problema. Jesús está abordo. Nosotros vamos a pasar “al otro lado”.

Para meditar

He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren. Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir. Exodo 23:20-23

Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. Exodo 34:12-17

¿Por qué no había nadie cuando vine? ¿Por qué nadie respondió cuando llamé? ¿Tan corta es mi mano que no puede rescatar? ¿Me falta acaso fuerza para liberarlos? Yo seco el mar con una simple reprensión, y convierto los ríos en desierto; por falta de agua sus peces se pudren y se mueren de sed. A los cielos los revisto de tinieblas y los cubro de ceniza. Isaías 50:2-3

Porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. Isaías 59:19

Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Cantares 8:7

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:28-39